''Miguel Ángel Sáinz Jiménez'' 1955-2002. Cursa la carrera de bellas artes en la facultad de San Fernando (Universidad Complutense de Madrid) siendo el número uno de su promoción. Pintor, escultor, arquitecto y cineasta , considerado uno de los más grandes artistas españoles de la segunda mitad del siglo XX. Un artista completo y "complejo". Su obra abarca el dibujo, la pintura, la escultura, el grabado, las vidrieras , el cine, la literatura , arquitectura, ....
A una genialidad innata le sumó una vida de intenso estudio y trabajo incansable que dio como resultado un número de obras tan grande y de tanta calidad que quienes no lo han conocido no terminan de creer que un solo hombre y en una vida tan breve las haya podido realizar.
En éste museo apreciamos las etapas por las que pasa la pintura de Miguel Ángel a lo largo de su trayectoria artística. Desde los dibujos de sus inicios en parvulario, pasando por los ejercicios en en la facultad de San Fernando, valorados por sus profesores con doce y quince puntos sobre diez, como forma de expresar hasta que extremo llegaban las cualidades del alumno, hasta los últimos acrílicos que realizó antes de que el destino nos lo arrebatara para siempre.
Se incluyen también retratos, que desarrollaba tras un concienzudo estudio del personaje a retratar, ejercicio preliminar que sumado a su característico tratamiento del color, a la escasez de detalles y a su magistral interpretación personal, dotaba a la obra de un aura especial que parecía generarse del propio retratado. Fue por esto, y lo será siempre para mí, un honor que me eligiera modelo de su primer retrato, allá por el año 1985. Posteriormente llegaría su autorretrato, en una época de búsqueda y reencuentro interior y donde le podemos contemplar con la mirada cansada, desmadejado, como un caminante con rumbo errático, pero con la luz de la esperanza y el descubrimiento. También, los retratos de Santa Teresita en sus tres épocas, con la bondad reflejada en la expresión de sus labios y la santidad emanando de todo el conjunto. Y por último, retratos de los rostros de sus propias esculturas, donde queda reflejado su gusto por la técnica mixta.
El soporte de la mayoría de sus obras era el tablero, al que sabía sacar el mayor partido, haciendo que su textura y color natural, tomaran parte importante en la consecución de la obra. Ejemplo palpable es “Centauro y yegua”, obra que a nadie deja indiferente, además de por su extremo formato, por la maestría que demuestra su ejecución.
Es de destacar, y así podremos verlo en esta antología, cómo en ocasiones, rayaba la abstracción, aun teniendo presente que aquello que estaba representando le era cercano, reconocible en todos sus aspectos o visión cotidiana del día a día. Este ejemplo lo tenemos en la representación del cuadro “Viñedos otoñales”, cuyas tonalidades, son muestra de la definitiva maduración de la madre vid.